Only You



Only You
Autor del relato: José


Cuando puedo usar el subterráneo, lo prefiero al auto, tiene un atractivo adicional. En las horas de mayor afluencia si uno se coloca bien, siempre se viaja con un paquete incrustado en el culo. Si se tiene la habilidad suficiente con las manos se puede llegar a poseer un armamento durante minutos y si uno mira a los ojos de los propietarios las caras de boludo que ponen son incomparables. Es mejor que un “glory hole!!!”.

Sábado a la noche. ¿Qué atractivo puede tener un vagón en el que se pueden encontrar asientos vacíos y espacio de sobra?

En la línea que yo viajo se encuentran varios clubes, a la hora que yo salgo 9 a 9.30 pm, los días sábados se llena de poderosos ejemplares que regresan a sus casas luego de una intensa tarde de deportes. Para mí es tan bueno como un galería de fotos.

Ese sábado subí y me senté. Delante mío, dos metros de humanidad, estaban sentados indolentemente, en jogging azul con cierre subido hasta la garganta, dos metros abría sus piernas, un bolso con raquetas descansaba en el piso .La primera ojeada era prometedora la tela del jogging se aplastaba al cuerpo y mostraba sugerentes contornos , duros largos y elásticos. Subí la vista, manos de gruesos dedos suavemente velludas descansaban lánguidamente, torso ceñido por la campera permitía suponer una fuerza en expansión . Recién salido de la ducha algunos pelos húmedos se pegaban a su cabeza y su nuca. Piel dorada del sol, cabellos castaños bronce eran el fondo de una prolija y recortada barba imitando el descuido, pero a la moda. Nariz regular, cara angulosa y traviesos ojos marrones completaban el conjunto. Dos metros apoyaba su cabeza en la pared del coche y se estiraba cuan largo era.

El ring tone de un celular, estilo trompeta sonó, dos metros lo miró, sonrió y atendió. A través del traqueteo escuché.

-Hey, amor, te esperaba, voy a casa ¿nos vemos? -

Afortunada la mina que estaba del otro lado, pensé. Dos metros parecía muy solicito. Observe, su mano derecha jugaba con el cierre de su jogging descubriendo un armonioso cuello que acarició mientras seguía hablando.

-Oye dulce ¿Qué extrañas de mí?-

Yo extrañaría , las caricias de tus manos conteste mentalmente. Dos metros seguía jugando con su cierre, mientras lo subía y bajaba , logre adivinar el comienzo de su pecho , el vello que lo cubría y la fuerza de sus músculos. Suspiré mientras oía.

-Ya sabes lo que me gusta hacerte ¿Qué me harías tú a mí?-

Desnudarte ya mismo, mi imaginación corría rápido. El cierre del jogging seguía bajando. Lo que había adivinado estaba a la vista pero no a la mano, por la mitad del pecho de dos metros comprobé que no tenia nada abajo, solo un revoltijo de músculos y pelo se ofrecían generosamente y no para mi sino para ella.

-¿Así que harías eso, como?

Violentamente, agregue. Dos metros siguió bajando el cierre, el dibujo que realizaba su pelambre comenzaba a achicarse en la medida que llegaba a su cintura. Dos metros introdujo su mano en dirección a sus ocultas tetillas ¡quien pudiera ser mano! Pensé.

-¿Seria algo suave o brusco?-inquirio. –Suave... ¿que tan suave?

Su mano subía y acariciaba delicadamente sus tetillas.

Levantó la mirada, yo lo evite no podía competir con la voz que suponía del otro lado. Volvió a bajar sus ojos y pude seguir observando.

Dos metros ya no simulaba, para mi placer y mi fastidio, se acariciaba todo el cuerpo, mire entre sus piernas abiertas como la tela se levantaba y temblaba, sentí que entre las mías sucedía lo mismo. Un suspiro casi un gemido, salio de mi boca. Al levantar los ojos me di cuenta que en la próxima estación debía bajarme. Me incorporé, dos metros me siguió con la mirada cuando nuestros ojos se encontraron me hizo un guiño cómplice, me sentí incomodo ¿estaría alardeando?, me sonrió, contesté mecánicamente, miré sus pantalones que seguían igual. Me bajé.

Esa noche dos amigos que celebraban su primer año de convivencia nos habían invitado a Pablo y a mí al teatro y a cenar, es decir fue Pablo quien organizó todo y realmente el tema no dejaba de preocuparme. Quiero mucho a Pablo pero sé que el busca provocar situaciones que no me interesan .Es un cercano amigo por quien siento mucho respeto, inteligente, buen conversador, pero nada sexual me une a él, salvo el recuerdo de tontas caricias sobre nuestros pantalones que terminaron en débiles erecciones. Sin embargo era persistente y la noche se prestaba a que lo fuera.

Luego del teatro y de la cena, me levanté con la intención de volver a mi casa, Pablo me retuvo de la mano y propuso ir a bailar a un boliche. Mis amigos aceptaron con entusiasmo. Mire disimuladamente el reloj, el show de travestis debía estar terminando, la opción era clara bailar o bailar .Pablo me sonrío yo levanté el dedo como advertencia y sin decir nada enfilamos hacia el auto de la pareja.

Al llegar bajamos las escaleras la voz de Gloria Gaynor nos recibió:



As long as i know how to love
I know I will stay alive
I've got all my life to live
I've got all my love to give
and I'll survive
I will survive

Desde la cabina Guido el DJ me reconoció y al estilo romano me saludo con el pulgar derecho para arriba, agite mi mano. Nos sentamos y cuando nuestros amigos salieron a bailar, Pablo me propuso lo mismo ,esa noche Guido estaba ochentoso y cuando nos vio bailar lo incrementó , yo me empecé a mover al compás de la música pero vigilando a mi amigo y sus manos. Luego de un rato varias parejas abrazadas nos rodearon , yo seguía bailando suelto, de repente sentí una mano en mi espalda, me dí vuelta unos ojos marrones traviesos me escrutaban era dos metros, pantalón negro, remera negra escote en V ajustada,

-Hola ¿me reconoces? Nos vimos en el subte.-

Guiño pícaramente mientras despegaba de su pecho a un bellísimo baby face rubio dorado. Ella del subterráneo, era él, del boliche, respondí aparentando despreocupación,

-Si, me acuerdo ¿estabas hablando por el celular?

-Con él-respondió acariciando a baby face.

Tratando de ocultar mi sorpresa mire a Pablo, conozco su gustos más secretos, el rubio debía ser una fiesta para él y su cara lo demostraba, baby era el más alto impacto que podía recibir. Empezamos a conversar trivialidades, mi amigo ya al comando de la situación, sugirió.

-¿Tomamos algo?-

Ante la respuesta afirmativa, miró a baby face y atacó.

-¿Me acompañas?-

Baby face muy divertido se despego de dos metros y lo siguió. Quedamos solos en la pista.

-¿Cómo te llamas?-

-Máximo ¿y tú?- Mientras le respondía, me divirtió lo adecuado de su nombre .Guido que había seguido todo el operativo desde la cabina cambio la música. Al escuchar el comienzo, supuse que o estaba loco de nostalgia o se estaba burlando de mi “Only You“ de los Plateros comenzó a sonar:

ONLY YOU CAN MAKE THIS WORLD SEEM RIGHT
ONLY YOU CAN MAKE THE DARKNESS BRIGHT.




-¿Quieres bailar?- Se apresuró Máximo. Asentí y lo deje hacer, no estaba muy seguro. Colocó sus manos en mi cintura, yo le rodeé su cuello con mis brazos, desde la cabina Diego levantó su pulgar derecho. No me pareció tan grandote:

-¿Cuanto mides?-Susurré.

-20 por 4 o 5 según- Susurró a su vez.

Me atraganté, me separé de él y añadí

-No ¿de estatura?- -Esta vez se atragantó él.

-1.85, Pero yo me refería a….-

-Sí, ya lo sé, te calculé en el subte. -Respondí mientras reclinaba mi cabeza en su hombro y el bajaba la suya y la pegaba a mi mejilla.

ONLY YOU AND YOU ALONE
CAN THRILL ME LIKE YOU DO
AND FILL MY HEART WITH LOVE FOR ONLY YOU.

-Tu amigo quiere robarme el novio- Murmuró.

-¿Tiéne posibilidades? - Respondí.

--No lo creo ¿te importa?-

-Es solo un amigo -agregué. Sus brazos me ciñeron más la cintura, su cuerpo se unió al mío, apoyó contra mi abdomen sus duros 20, mientras con sus labios recorrían la línea de mi cuello. Me deje ceñir mas aun por sus brazos mientras una elástica y hábil pierna acariciaba mi excitada bragueta , en minutos la situación tenía un vuelco insospechado. La música me aturdía pero sonaba lejana.

ONLY YOU CAN MAKE THIS CHANGE IN ME,
FOR IT´S TRUE, YOU ARE MY DESTINY.
WHEN YOU HOLD MY HAND,
I UNDERSTAND THE MAGIC THAT YOU DO

Era magia indudablemente. Máximo pegó su boca a mí oído y urgido:

-¿Vamos al baño?

-No -respondí mientras alzaba mi cabeza y miraba a un Guido sonriente y su cabina. Me separe de Máximo, le tome la mano y lo llevé hacia la música.

-¿Qué quieren? – Nos recibió.

-La cabina- respondí.

-Están locos -Contestó mientras apagaba las luces – No rompan nada –Agregó -Me comprometen -chilló.

-Tú eres inocente, pobre – le contesté.

Guido puso en automático el equipo y afirmó.

-Sean rápidos. -No respondimos. Cerró la puerta y se encaminó al bar. Alcancé a divisar a Pablo y a baby face, se estaban besando. Distinguí el ritmo del rap Miker G & Dee Jay Sven:

We took a holiday with all our friends.
It was a time to relax and let your worries behind

Exactly seven weeks or something crossed my mind.
It was the shine of the time we never forget

One morning our parents kicked us out of our beds.
We told them it was stupid
don't play the fool

But the answer was short: you gotta go to school!

Maximo se sacó la remera, bajó sus pantalones, yo me saqué la camisa y solté mi cinturón. La violencia que había supuesto en el subterráneo nos envolvió en el abrazo desesperado que nos dimos, me mordió, lo mordí, se quejó, me quejé, apoyó su pija desnuda en mi abdomen desnudo, coloqué la mía entre sus piernas y el compás de nuestro rap hizo el resto. Gimiendo y besándonos a la débil luz del equipo obedecimos por calentura las ordenes de Guido, acabamos al unísono, él mojándome en abundancia mi abdomen, yo colocando mi leche entre sus fuertes piernas. Exhaustos nos quedamos abrazados.

-¿Que hacemos? -Preguntó Maximo.

-Por esa escalera hay un baño – Respondí, adivinando lo que me preguntaba.

Nos limpiamos y volvimos a las mesas, Pablo y baby face nos estaban buscando, no parecían muy felices.

-¿Vamos?- Dijeron al unísono. Máximo me miró rápidamente, yo asentí.

-Si, es tarde-

Salimos a la calle nuestros amigos se habían ido, en silencio esperamos un taxi. Comenzó a llover, Buenos Aires de madrugada y con lluvia es un desafío para mí, decidí caminar, Pablo se acercó:

-¿Puedo ir a tu casa? –

-Si pero quiero caminar primero y si vienes a dormir será como dos bebés.-

-Mejor me voy a casa – respondió y volvió a la parada de taxis.

Levanté el cuello de mi anorak, empecé a caminar. La lluvia mojó mi cara. La ciudad despertaba. Un taxi paso a mi lado, Maximo y baby face me saludaron riéndose, dos metros me miró y le tiré un beso. Me acordé de Guido el DJ, desde el fondo de los tiempos recordé una canción:

Ciao ciao bambino
un bacio ancora e poi per sempre
ti perderò
come una fiaba l'amore passa
c'èra una volta poi non c'è più
cos'è che trema sul tuo visino
è pioggia o pianto
dimmi cos'è


vorrei trovare parole nuove
ma piove piove sul nostro amor.


José


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