Tengo miedo…
Título: Tengo miedo...
Autor: José
Desde la ventanilla del avión se divisaba nuestro destino .El norte argentino montañoso y cubierto de bosques se acercó rápidamente.
Al llegar al aeropuerto recogimos nuestras valijas. Alicia y Jorge eran compañeros de trabajo que me acompañaban, nos esperaban tres días de mucha tarea y al cuarto regresaríamos .Nos encaminamos hacia la entrada, cuando llegamos divisamos una persona que elevaba un letrero con nuestros nombres, era lo usual siempre nos esperaba alguien con un automóvil. Nos acercamos, Alicia murmuró:
-¡¡Es un bombón!!-.
-Suerte que nos vinieron a buscar-.Dijo Jorge, su marido.
Yo mudo empecé metódicamente a desnudarlo, en el ínterin pensaba-Con semejante calor y con saco-.
El bombón se acercó y presentándose, nos informó.
-Me llamo Matías yo los llevaré al hotel y si ustedes están de acuerdo los acompañaré durante su estadía-.Rápidamente tomó nuestro equipaje, lo guardó y abrió las puertas de su auto .Alicia y Jorge se sentaron atrás y yo en la butaca a su lado.
Habíamos salido de Buenos Aires a las seis de la mañana, eran las ocho y un impiadoso sol y una atmosfera sofocante fue lo primero que percibí .Matías se introdujo en su coche y accionó la refrigeración mientras decía.
-Espero que los señores estén cómodos, estos últimos días ha hecho mucho calor pero con la refrigeración se aguanta ¿no les molesta?-.Alicia respondió:
-¿Cuántos años tenés?-.
-Treinta y uno, señora-.Contesto-.
-Todos nosotros andamos por esa edad, o sea que la señora no vino, me llamo Alicia, mi marido Jorge y el que se sentó a tu lado es José-.
-Gracias, señora…digo Alicia-. Respondió mientras bajaba la mirada encendía el motor y nos poníamos en marcha.
Durante el trayecto mi amiga conversó, preguntó e interrogó .Yo permanecí en silencio .Mis narices se habían dilatado, un suave perfume a desodorante de auto se mezclaba con el olor a jabón que desprendía el cuerpo de Matías pero la suavidad del perfume no ocultaba las oleadas que me llegaban por la cercanía de su transpiración mezclada con el aroma a macho.
Manos fuertes prendidas al volante maniobraban con agilidad, sus muslos envueltos en la tela gris de sus pantalones permitían adivinar la forma y fortaleza de sus músculos .La camisa entreabierta mostraba un pecho que acompañaba sus movimientos.
Durante los días siguientes Matías llegaba al hotel con puntualidad, nos llevaba al lugar de trabajo y nos esperaba por la tarde a la salida. Gracias a Alicia el clima de estos traslados era despreocupado y alegre sin embargo Matías guardaba una prudente distancia y hacia caso omiso a mis miradas que pretendían ser devastadoras.
La segunda noche fuimos invitados a comer fuera de la ciudad, Matías se encargó del traslado, convinimos una hora de regreso.
A la una de la mañana nos avisaron que había llegado y animado por la oscuridad de la noche decidí tomar la iniciativa .Era evidente que de él no surgiría nada .Emprendimos el regreso yo como siempre en la butaca a su lado .Aflojé los brazos , liberé las manos que comenzaron a colgar a mis costados , primero apoyándolas en mi asiento y luego y como al descuido en el suyo .Pronto mi dedos rozaron sus firmes piernas, al principio con suavidad luego con insistencia comencé a acariciarlo , no retiró ni hizo ademán alguno .Preparé mi mejor sonrisa y lo miré , su rostro imperturbable enfocó el camino salvo por breves momentos en los que atento al espejo retrovisor miraba al asiento de atrás , Alicia dormía en el hombro de Jorge que miraba distraídamente por la ventanilla.
Continué en el intento e introduje sin dejar a dudas la mano izquierda entre su muslo y el asiento mientras con el pulgar acariciaba la tela de sus pantalones , una y otra vez repetí el movimiento sin sentir la menor señal de recibo .Giré nuevamente la cabeza hacia el y lo miré, por primera vez y muy rápidamente sus ojos respondieron , firmes pero apresurados parpadearon y una leve sonrisa se insinuó en sus labios .Llegamos al hotel y al despedirnos extendí la mano hacia sus rodillas gesto que fue interceptado por él , que la estrechó muy fuerte mientras decía .
-Buenas noches-.
A la mañana siguiente era mi último día de trabajo y cuando Matías nos vino a buscar no dudé cual seria la posición de mi mano .Sin repuesta.
Por la tarde lo mismo y al llegar al hotel decidí frontalmente proponer:
-Me gustaría conocer la ciudad de noche ¿creés qué se puede arreglar?-.Haciendo caso omiso a mi pregunta en primera persona, Matías miró hacia atrás y dirigiéndose a Alicia y Jorge preguntó:
-¿Ustedes también irían?
Alicia rápida y astutamente respondió.
-Nosotros todavía tenemos trabajo en la mañana .Y al que le gusta la conga es a José-.
-Bueno, entonces podríamos visitar los lugares iluminados que son muy bonitos, y después…-.
-Después me gustaría escuchar música, como la que vos no ponés-.Interrumpí .Todos los viajes eran con el fondo de hermosas canciones del folklore norteño.
-De acuerdo ¿a que hora?-.Repuso con total neutralidad.
Arreglamos para la 10 de la noche pues tenia otros viajes que hacer.
Cuando bajé ya estaba esperando y cuando subí al automóvil controlé mis ganas de gritar “al fin solos”. Matías muy escuetamente preguntó:
-¿Te parece que nos organicemos, donde querés ir?-.
-Al parque, hay unos edificios coloniales que me gustaría ver iluminados-.Mientras esto decía y lo miraba coloqué mi mano en el lugar ya habitual .El bajó los ojos como lo hacia, también habitualmente y arrancó el motor.
Empezamos a conversar de cualquier tema mientras mi mano iba y venia .Entramos al parque iluminado pero con sombras que yo aprovechaba para instalar mi mano encima de su rodilla. Como si no existieran, ni mi mano ni su rodilla.
-Bueno acá llegamos al lugar que vos querías ¿Estaciono?-.
-Dále y bajamos-. La rápida inspección me permitió ver que la parte de atrás no estaba iluminada.
Paseamos unos minutos y luego me encaminé hacia la zona oscura. Habíamos rozado nuestras manos, pero cuando llegamos a las sombras pasé mi brazo por su cintura, hizo un leve movimiento de esquive mientras murmuró.
-No pude ir a mi casa y estoy todo transpirado-.
-No importa lo mismo sos hermoso-.Respondí mientras ceñía mi brazo más aun.
-Con que así vienen las cosas- .Dijo rozándome tímidamente la mano.
-Pero ¿recién te das cuenta de cómo vienen las cosas?-Agregué
-No soy ningún pelotudo, desde anoche que me estas tocando delante de tus amigos-Respondió algo molesto.
-¿Y? no tengo porque ocultarme de mis amigos-.
-Esto no es Buenos Aires, cuando recién pasó una moto, se dieron vuelta a mirarnos porque me tenías abrazado-.Dijo sin enojo.
-Tendrían ganas de participar-.Respondí sonriente-
-Si, cualquiera, vamos al auto no me abracés pero dame la mano-.
No dirigimos hacia el coche y cuando entramos mis dedos encontraron rápida ubicación acariciando su bragueta.
-Bueno esta aclarando, ¿esto es lo que te gusta?-.Mis dedos ciñeron mas su bulto, aunque imperceptible algo se movía.
-Claro que me gusta y en cuanto no haya tanta luz, te quiero besar-.
-Yo no doy besos porque esto no es amor-.Categórico.
-Ya sé que no es amor, es pura calentura, ¿no entiendo lo de los besos?-.
-Yo solo beso a la mujeres-.El bulto seguía creciendo.
-Aclaramé entonces ¿qué hacés con los hombres?-.Como tenia mas volumen para acariciar decidí no fastidiarme.
-A los tipos les dejo que me tiren la goma-.Presionó mi mano sobre su goma que se endurecía.
-A mi chuparla me gusta ¿pero tanta cosa para terminar en una mamada?-.Me estaba comenzando a divertir, ya que palpaba la verdad.
-Si querés te cojo también, pero queda claro que el culo no te lo presto ni ahí-.Escabulléndome la mirada.
-No me interesa tu culo, suficiente con que te guste el mío-.La cosa prometía, la bragueta estallaba.
-Y aunque las apariencias engañen tengo una nave poderosa-.Afirmó orgulloso.
-¿De que apariencias me estas hablando? Si te la estoy tocando-.Bruscamente se agrandó
-Es que yo no la ando exhibiendo, con las muje…-.
-No me interesan las mujeres, ¿que hacemos ahora?-.Aunque la apología de la homosexualidad me hubiera salido fácil, busqué cortar y dejar que la noche se desarrollara.
-Si me vas a tirar la goma y después te cojo lo mejor es un hotel, pero al tuyo no voy-.No se discutía.
-Esta bien es tu ciudad podemos ir adonde quieras-.Respondí mientras trataba de gobernar la nave ciertamente grande y poderosa.
Esta vez no respondió, salimos del parque enfilamos por una carretera, doblamos por un camino y nos acercamos a una edificación con una entrada, a través de un portero eléctrico, pidió una habitación, le dijeron el precio, manoteó su billetera sacó plata, la puso en una bandeja que giró y el portón se abrió .Presencié en silencio, era todo tan típicamente lo que debe hacer un hombre macho que me enterneció por lo que saqué mi billetera y le dije:
-Creo que lo justo es pagar a medias-.Aceptó mi dinero y no dijo nada .Del garaje donde dejamos el auto ingresamos a la habitación.
Una tenue luz alumbraba una cama, mesa de luz con teléfono y un televisor. Rodeé su cuello con mis brazos reclinando mi cabeza sobre su hombro, con un ligero movimiento se deshizo del abrazo y propuso:
-Nos desnudamos-.
Me estaba hartando. Pero comencé a sacarme la camisa y seguí con los pantalones, me senté en la cama y leí un letrero.
“A los estimados clientes: si desea alguna música en especial, pulse 0 y nuestra operadora concretará sus deseos”.
-¿Pedimos alguna música? Así alegramos la situación, por lo menos-.Acoté con ironía.
-Puede ser, pero no creo que tengamos los mismos gustos -.Respondido con inquietud.
- A lo mejor podemos ponernos de acuerdo-.Repliqué pensando en irme.
-A mi no me gusta el folklore, yo prefiero la cumbia bailantera-.Respondió tanteándome.
-¿Por ejemplo?-
-Me gustan Los Sultanes tienen ritmo-.
Matías pensé, no sabes donde te acabas de meter, eran el éxito gay del verano en la costa argentina.
-A mi también -. Le alargué el teléfono-.Pedí lo que quieras-.
Oprimió el 0 y pidió a la operadora, Macho Man mientras agregaba con inseguridad:
-Espero que te guste-.
Macho, quiero ser…
Macho, quiero ser bien macho
Macho, quiero ser…
Macho, quiero ser bien macho
Todos quieren ser un macho man
Macho macho man
Macho macho man
Yo quiero ser…. Un macho man
Macho macho man
Macho macho man
eso es lo que yo quiero ser
Todo el mundo quiere ser un macho man
Siempre quise serlo, y hoy me animaré
Duro en el gimnasio, yo trabajaré
Mis abdominales bien yo marcaré
No podrán creerlo como quedaré
Todo el mundo quiere ser un macho man
Dicen que la música calma y relaja, pero este no parecía el caso .Tirado en la cama, malhumorado y con la cabeza apoyada en mis brazos vi a Matías bailar semidesnudo en boxer, alrededor de la cama.Su cuerpo , su hermoso y musculoso cuerpo acompañado por los intensos claroscuros de la media luz me dejó sin aliento .La formalidad desafiante había desaparecido , el ritmo acompañaba la sensualidad de sus movimientos , no podía comprender como se le escapaba el sentido oculto de lo que hacia .La letra por demás elocuente no hacia la menor mella en los movimientos que realizaba .
La música y Matías eran una unidad indisoluble .Yo como en otros momentos había dejado de existir.
Al concluir la música un pesado silencio se apropió de la habitación, Matías me miró interrogadoramente, como sin darle importancia exclamé:
-¿Te vas a meter en la cama? O eso también es no-.
Se saco el boxer y mi pecho se acelero, puse cara de nada total, mientras observaba como se arqueaba su cuerpo y se colocaba a cuatro patas sobre la cama.
Pude apreciar el tamaño de semejante nave y entendí el motivo de su promoción, opté por permanecer acostado y boca arriba, mientras Matías interrogaba:
-¿Te gusta?-
No respondí, tomó mi mano, la colocó encima de su desnuda pija y mis dedos respondieron al mismo tiempo que mi decaído y desilusionado pene, lo miró y agregó:
-Queda claro ni besos, ni el culo-.
Retiré mi mano y le di la espalda, por primera vez sentí que me acariciaba mientras susurraba:
-No te enojés, tiráme la goma-.
-¿A cambio de qué?-.Trate de sonar irritado, pero no lo conseguí, el juego estaba echado.
-Esto y tan solo esto-.Sus labios se posaron sobre los míos muy rápidamente mientras se echaba sobre sus espaldas:
-Ahora me la mamás ¿si?-.
Me incorporé, me agaché, tomé entre mis manos tan bello aparato y lo mire, comprendí a mis amigos españoles cuando hablan de capullo; la cabezota gorda e hinchada era realmente algo que parecía estallar. Lo introduje en mi boca en señal de total derrota, sentí sus manos sobre mi cabeza y mientras mi lengua rodeaba el capullo florecido Matías me premiaba con sus gemidos, fui hasta el nacimiento y acompañé todo su recorrido una y otra vez .Me la sacó de la boca y pidió:
-Acostáte boca arriba y abrí la piernas-.
Lo hice se subió encima mío colocó su pija entre mi piernas mientras al oído ordenó.
-Ahora cerrálas-.Obedecí.
Matías comenzó a moverse adelante y atrás, atravesándome las piernas juntas y sin darse cuenta rozándome con su abdomen mi descontrolada pija.
Quise besarlo pero ante cada intento doblaba su cabeza esquivándome .El cosquilleo en mí pija y su agitada respiración anunciaban un final que no deseaba, me separé diciéndole:
-Métela, cógeme, ya-.
-Ponéte en cuatro patas-.Exigió mientras se enderezaba.
Lo hice, se tiró encima mío y la ensartó .Un fuerte dolor recorrió todo mi cuerpo.
-¿Estas loco? Acaso te pensás que soy un agujero por lo menos una caricia, no te estoy pidiendo un beso-.
Saltó de la cama mientras buscaba un gel, se untó los dedos y con suavidad me acarició el agujero .Me levantó las piernas se las colocó en los hombros y comenzó a meterla .Esta vez al dolor le sobrevino una sensación de intenso placer, alcancé a pedirle:
-No acabés adentro, sacála y acabáme encima-.El vaivén de sus movimientos se incrementó hasta que anunció:
-¡Ya acabo, ya acabo!-.La poderosa nave se incrustó en mi abdomen que comenzó a mojarse mientras yo lo abrazaba y al compás de su excitado semen acabé a mi vez entre los dos.
Nos separamos y nos recostamos en la cama, Matías extendió su brazo buscando una toalla pero le gané de mano:
-Déjame hacerlo a mí-. Me coloqué a su lado y comencé a secar su transpirado y lechoso cuerpo:
-Esto se siente bárbaro, ninguna muje…-.Le tape la boca mientras decía:
-Ahora me toca a mi elegir música, pero seguimos con los Sultanes-.Pulse 0 y pedí Marica tu ¡¡
Marica quien? Marica tu
Marica yo, Marica jo jo
Valor, Valor ser gay en esta vida
el que diran y que digan los que digan
Si eres gay... (Si eres gay)
Esta bien... (esta bien)
Que te importa si es tu vida
Sal de ahí... (sal de ahí)
Ven aquí... (ven aquí)
Tu destino es ser feliz
Fiesta fiesta pluma pluma gay
pluma pluma gay pluma pluma pluma gay
Que importa si yo he nacido gay
Todos somos gay
Y aunque cueste hay que gritarlo
SOY GAYY!!!!
Fiesta fiesta pluma pluma gay
pluma pluma gay pluma pluma pluma gay
Marica quien? Marica tu
Marica yo, Marica jo jo
Fiesta fiesta pluma pluma gay
pluma pluma gay pluma pluma gay
-La conocía pero nunca le presté atención a la letra-. Dijo con tono asombrado.
-¿Así qué tu conjunto favorito eran los Sultanes-. Una sonrisa de satisfacción me llenó la boca.
-Vamos yendo es tarde-. Contestó mientras comenzaba a vestirse.
Llegamos al hotel y arreglamos que al día siguiente, luego de buscar a mis amigos y llevarlos volvería por mí y pasearíamos.
A la mañana, me introduje en su auto, Matías sin su prolija afeitada estaba más hermoso que nunca:
-¿Adonde quieres ir?-Preguntó.
-¿Qué puedo elegir?-.Respondí, sabia que luego debería buscar a Alicia y Jorge para llevarnos a todos al aeropuerto.
Comenzó la enumeración de lugares hasta que mencionó él que quedaba cerca del hotel de la noche anterior.
-La reserva forestal, no la conocí ¿vamos?-.
Arrancó el automóvil, me recosté en el respaldo y comencé a acariciarlo mientras la obligada música folklórica se escuchaba muy despacio .Pronto mis dedos acariciaron su bragueta que comenzó a hincharse doblamos nuevamente el camino pero esta vez nos internamos en la espesura del bosque, inquieto pregunté:
-¿No vamos al hotel?-.
-No, es de día-.Respondió Matías.
-¿¿Y??-.
-Nos pueden ver-.Agrego.
-Entonces ¿no hacemos nada?-.
-Lo hacemos acá, en el auto en medio del bosque-.Continuó.
-¿Me das un beso?-Dije haciéndome el indiferente.
-¿Te gustaría qué te acabe en la boca?-Matías me miró.
Dudé y decidí mentir.
-La verdad, no me gusta-.
-Bueno a mi no me gusta dar besos-.
-¿Qué hacemos entonces?-Repliqué.
-Yo te iba a proponer que te doy dos besos a cambio de acabarte en la boca-.
-Por cuatro besos, lo hago-.Sonreí, había caído en la trampa-.
-Bueno-.
No terminó de hablar que mi boca se prendió a la suya, mi lengua en su garganta celebraba tan postergado momento, mis dientes mordían sus labios mientras mis mejillas se acariciaban con su rasposa barba .Me tomó del cuello y me enterró como repuesta su lengua que recibí y rodee con la mía, fue un beso eterno, un encuentro deseado por lo esperado. Cuando nos separamos su cara expresaba desconcierto.
-Besas muy bien, mejor que una muje...-.Lo hice callar.
-Ahora, ¿me la mamás?-.Murmuró a mi oído.
Su poderosa pija ya latía fuera de su bragueta y se agrandó en mi mano.
La cabezona, el capullo español, entró en mi boca .Matías reclinó su asiento, lo echó atrás, mientra yo ubicaba mi cabeza entre el volante y sus pantalones .Mamé con fruición mientras mi lengua trabajaba cada recoveco de su pija. Matías casi gritando:
-Ya, ya acabo -.Ceñí mi labios y el torrente de leche inundó mi boca, la tibia oleada pasó a mi garganta y tragué mientras seguía chupando.
Relajó su hermosa humanidad y acaricio mi cabeza preguntando
-¿Acabaste?-.
Aunque tenía los boxers mojados, mentí nuevamente y contesté:
-No, ¿me ayudás?-
-Te la toco por encima del pantalón, pero no la saqués-.
Entregó su mano que acarició una y otra vez mi nuevamente excitada pija, mientras mis labios mordían su cuello y ya exhausto acabé de nuevo.
Reclinados en los asientos dentro del auto y en medio del bosque nos miramos.
-Me gustó más que ayer-.Matías exhaló.
-No peleaste por tu culo-.Respondí y un silencio se instaló entre los dos.
-Te lo voy a decir una vez nada más, tengo mucho miedo que me terminen gustando solo los hombres-.
-¿Cuál seria el problema?-. Interrogué.
-Me muero-.Enfatizó.
-No te mueras, volvamos y te invito a almorzar, elegís el lugar de la despedida-.
-Siempre y cuando te portes bien-.
-¿Y eso?-.Pregunté.
-No quiero que me beses o me acaricies delante de la gente-.
Lo tranquilicé y almorzamos .Subimos al automóvil y mientras enfilábamos al hotel, mis manos exigieron su destino, la bragueta de Matías.
-Sós imposible-.Afirmó-
-Quiero ser posible-.Respondí
-¡Increíble!-.Aclaró
-Quiero se creíble-.Sonreí
-Decididamente inaguantable-.Continuó.
-Se te esta parando -.Largué un carcajada.
-No soy un gorrión que acaba y se va-.Me miró.
-Ojala fueras un gorrión, que acaba, se va y vuelve varias veces-.Devolví la sonrisa, llegábamos al hotel y mi mano empezó a despedirse de la embravecida nave.
Alcancé a bañarme, ordenar mi bolso cuando me llamaron para ir el aeropuerto.
Nuevamente Alicia y Jorge en el asiento de atrás yo en la butaca de mi propiedad, acariciando ocasionalmente sus piernas.
Llegamos al aeropuerto, Matías me entregó el bolso y titubeando me extendió la mano, yo la ignore y echando mis brazos a su cuello y mordiéndole la oreja le susurré:
-Adiós macho hermoso-.
Respondió a mi abrazo y cuando nos separamos dijo alegremente:
-Saludos a tus padres-.
-Gracias, igualmente a los tuyos-.Respondí mientras miraba a mí alrededor y percibía los compañeros de trabajo de Matías.
Entramos al hall y comenzamos la cola para el check in .Mi celular dio la señal de un mensaje:
“Me parece que te gusto todo”
Al que respondí:
“Ya me estás extrañando”
La repuesta no tardo:
“¿Cuándo volvés?”.
¿Qué responder?
“Pronto, espero”
Alicia a mi lado me sonrió y comentó:
-En la primera oportunidad va ha tener otro, es demasiado hermoso-.
Conversando nos acercamos al mostrador de la línea aérea .Una voz me pidió:
-¿Me permitís el bolso?-.
La voz tenía un brazo, el brazo tenía pelos, debajo de los pelos un tatuaje y siguiendo para arriba una cabeza, pelo al ras, barba negra cortita, ojos negros y boca que pidió:
-¿Documentos y pasaje?-. Entregué lo que me pedía y largué una caricia de prueba.
-Tu tarjeta de embarque-Devolución de caricia, sonrisa y ojos negros.
-Embarcas por puerta 2, tu ticket de equipaje-.Más caricias, más sonrisas, más ojos.
Jorge mi amigo se acercó inquieto:
-José ya tenemos que embarcar, ¿no pensarás quedarte?-.
-No, no, esta todo en orden, ya voy-.Sonreí al brazo, al tatuaje, a los pelos, a la barba y los ojos. Traté de serenar mí alborotado boxer .Los Sultanes vinieron en mi ayuda:
Estoy saliendo con un chabon
ya mas de un año, van casi dos
estoy enamorado y saben que?
me gustaría darle un varón.
El desgraciado me hizo operar
nadie sabia de esa traición
me fue engañando me pareció
el puso trampas a mi corazón
Decilé si el no quiere bailar conmigo
decilé que no sufra por nuestro amor
a vos que te hace caso que sos amigo
ya no voy a vengarme por su traición
En la farmacia me lo encontré
un gran escándalo allí se armó
le hice una escena que no sabés
un policía nos separo
Hoy me llamó a mi celular
se disculpó, me invitó a cenar
paseamos juntos por Santa Fe
pero yo se, el me va a engañar
Decilé que lo quiero y baile conmigo
decilé que yo sufro por nuestro amor
a vos que te hace caso que sos amigo
ya no voy a vengarme por su traición
José
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