Solo Por Nadar
Título: Solo Por Nadar
Autor: José
Desde hace mucho solía ir a un gimnasio a nadar, a dos cuadras de casa Tres veces por semana sonaba el despertador a las 7 me calzaba un pantalón y un sweater, tomaba el bolso, llegaba, me desnudaba me ponía una zunga (no me atraen las bermudas) ya que me gusta exhibirme y es mas cómodo para nadar (en ese orden), me metía al agua y me despertaba. Luego de 2 horas volvía a casa me afeitaba, bañaba y desayunaba.
Alrededor de las 8 llegaba al gimnasio, la profesora una piba muy simpática y los primeros alumnos. Un día me contó que cambiaba de trabajo y que vendría un profesor.
A la vez siguiente mientras nadaba sentí una presencia, mire de reojo, lo que vi, merecía que interrumpiera y me sacara las antiparras .Un hermoso dios latino estaba en el borde de la pileta y una sonrisa me dijo:
- ¡Hola!-.
Extendí mi mano y respondí.
-¡Hola!-.
Recorrí su cuerpo hasta detenerme en sus ojos que mantuvieron mi mirada por un largo rato. Seguí nadando y cuando salí, sentí a mi vez que era evaluado, técnicamente, pensé.
Conociéndonos Gustavo se mostró como el típico porteño de barrio, simpático inteligente y divertido .Yo nadaba por un andarivel vecino al que el daba clase.
En las idas y vueltas sentí una caricia en mi espalda, casualidad se me ocurrió, pero ante la insistencia empecé a devolver las tocadas, no era la primera vez que jugaba debajo del agua. Finalmente puse el despertador más temprano, me afeité y me bañé .Gustavo me miró y dijo:
-¿Te afeitaste?-.
Las caricias se incrementaron .Cambié de estilo en vez de crawl , nadé pecho era mas fácil de maniobrar, Gustavo aseveró , pecho es mas ejercicio .Todo parecía encaminado .Pronto agucé mi ingenio ,en la mitad de la pileta nadaba crawl al acercarme a el cambiaba por pecho cuando llegaba a su robusto cuerpo mis manos como palomas aleteaban para tocar o agarrar lo que pudiera , cuando era imprudente una leve cachetada alejaba mis indiscretos dedos y una sonrisa cómplice me estimulaba a seguir , por su parte siempre había un brazo dispuesto al roce, , una pierna levantada para la caricia o la vía libre para investigar su esquivo bulto .
Nadando de pecho o de espalda, bajo o sobre el agua, con técnica o sin ella mi único objetivo era tocarlo y que me tocara. Llegué a sentirme como la misma Esther Williams.
La hora temprana de la mañana era nuestra cómplice, estábamos solos .Un día me dijo al pasar:
-Tengo una nueva alumna desde la semana que viene a las 8-.
No había contado con esa eventualidad y azorado respondí:
-¡¡Pero ese es nuestro horario!!-.
-A vos no te enseño, nadás muy bien y no lo necesitás-. Replicó molesto.
Tenía razón yo hacia pileta libre y no había contratado sus servicios .Callé y medité.
Al lunes siguiente una cincuentona en muy buen estado físico empezó las clases, al poco tiempo Gustavo la tenia con los brazos en el cuello, caliente, exigente, seductora y más decidida, logró un acceso al cuerpo de Gustavo que yo no había conseguido .Estaba furioso, si bien la pileta estaba vacía de gente yo no cedía terreno y continuaba en el andarivel vecino al que se daban las clases. Dejé de implementar la caricias y decidí desquitarme a patadas .Al acercarme preparaba mis fuerzas y como dominaba el estilo pecho siempre largaba una pierna que llegaba a su destino .Gustavo aguantaba mi pataleta sin decir nada .Mi furia incontrolable iba en aumento y sucedió lo esperable al intentar patearlo erré la dirección y mi pie terminó en el estomago de mi odiada rival con quien solo intercambiábamos miradas de desprecio:
-Estupido, no te das cuenta que me golpeaste ¿Por qué tenés que nadar siempre al lado nuestro? ¿No tenés toda la pileta para hacerlo?, Me molestás y encima me golpeás, pelotudo-.
-Como tengo toda la pileta para elegir y llego a las siete y media de la mañana hago lo que se me da la gana-. Respondí.
Con voz chillona gritó:
-Gustavo tenés que hacer algo este tipo es un peligro publico-.Reclamó.
Era una apuesta fuerte tanto de ella como mía, no estábamos peleando un territorio, la pelea era por la posesión de Gustavo, quien intervino.
-Yo no puedo hacer nada con los lugares en la pileta, pero si te puedo pedir a vos que tengas mas cuidado y no patees-. La salomónica intervención no me conformó y a ella menos, que se dirigió a la escalerilla con enojo, encaminándose a los vestuarios.
-¿Estas loco, no ves que tiene razón? Me ponés en una posición difícil, además como estamos en otoño no quiere venir a este horario, en invierno en unos días cambia para más tarde-.
-¿Por qué no me lo dijiste?-atiné a decir sorprendido.
-¿Acaso sos mi mujer para informarte de todo?-Decididamente estaba enojado.
-No, no lo soy ¿Acaso sos casado?-.Mi tono de voz disminuyó.
-Si, desde hace un año-. Seguía enojado .Estaba por reprochar no haberlo sabido pero me mordí la lengua.
-No me había dado cuenta -. Repuse, no solo eso, sino que la posibilidad ni se me ocurrió.
-Dejo el anillo en el vestuario-.Aclaró.
-De cualquier manera esta es una discusión sin sentido, vos también vas a cambiar de horario en invierno-.Remató para mi sorpresa.
-¿Acaso sos mi marido para decretar el cambio? .Contesté intencionadamente.
-No imbecil, por el frío me refiero-.Con tono de pregunta
-¿Frío? ¿Acaso la pileta no es climatizada? ¿Acaso vos no calentás el ambiente?-. Continué con la misma intencionalidad.
-Bueno, bueno, ya estas delirando ¿Te puedo pedir que te disculpes con la señora?-.
-Pedido así no me puedo negar-.Acepté.
A la salida la esperé y lo hice.
Me quedé meditando, lo dicho al pasar lo escuche a fuego, Gustavo era casado y la verdad es que yo evito problemas con casados, sin embargo esta vez había ido mas lejos y no podía detenerme , no podía perderme nada.
Estábamos llegando a Agosto del 2008 , hacia mucho frío , el 8/8/08 fecha cabalística elegida por los chinos para comenzar las Olimpiadas de Beijing ,fue cuando mi suerte empezó a mejorar .El gimnasio dada ,la diferencia horaria con Argentina, había puesto televisores por todas partes .Yo no quería perderme nada de esto tampoco .Me entusiasman los deportes, sobre todos los masculinos , me deleita ver chicos al viento y en el agua agitando cuerpos , exuberancias musculares o genitales y ese año tenía un agregado extra durante dos horas , todos los días vería las Olimpiadas con Gustavo.
Sentados uno al lado del otro encendíamos el televisor y el entusiasmo, ya sea por la intensidad de la competencia o porque así lo exigía nuestro deseo. De la mano, con las rodillas apretadas, colgados de nuestros hombros o abrazados pasaron los días .Nos besamos alegremente cuando el seleccionado de futbol argentino salió campeón olímpico pero lo que mas nos divertía eran las competencias en natación que seguíamos con prolijidad apostando y discutiendo .El día que se definían los ganadores de los saltos en la categoría 10 metros nuestro entusiasmo creció ambos estábamos convencidos que el campeón seria el australiano Matthews Mitcham. Gustavo porque lo consideraba un buen deportista, yo también y además...
Matthews ganó.
Luego que le entregaron la medalla de oro nos pusimos a charlar.
-Yo estaba seguro que ganaría -.Declaró Gustavo.
-Yo también, además era importante que ganara-.Continué.
-¿Por qué? Preguntó.
-Por que es gay-. Respondí y agregué.
-Igual que yo-.Lo miré.
-Desde el día que hiciste el berrinche con la mina, lo supe me parece bien, yo tuve varios compañeros gays-.Me dio un beso en la mejilla, se dirigió al vestuario.
Yo bastante mareado, como no sabia que hacer decidí quedarme a la expectativa.
Al otro día mientras estaba en el agua alguien se zambulló, era Gustavo, me abrazó su cuerpo firme y mojado me dejó sin aliento .Era el fin de las Olimpiadas y esa noche pasaban un compilado de lo mejor .Él y su mujer me invitaban a comer, acepté. Prolijamente compré un ramo de flores para ella y una botella de vino para la cena .Pasamos una agradable noche, al despedirme como había ido sin automóvil Gustavo se ofreció llevarme a casa. En el camino charlamos y al llegar nos quedamos en silencio, ataqué:
-¿Qué vamos a hacer? Me miró y respondió:
-Nada, seguir siendo amigos-.
Suspiré cerré los ojos, recliné la cabeza en el asiento sentí que me tomaba la mano, me quedé quieto, se acercó y me besó largo, lo acaricié volvimos a besarnos pensé, en casa o en un hotel que él decida.
-Tengo la llaves del gimnasio.-Sin decir palabra arrancó el automóvil .Llegamos, yo en silencio dejé en sus manos toda iniciativa.-
-Vamos a una reposera-.Sugirió, mientras me abrazaba y besaba.
-Desde el día que te peleaste por mí, tengo ganas de hacerlo, pero es mi primera vez con un tipo, me tenés que enseñar-.Empezó a morder mi boca, alcancé a decir.
-Mentiroso-
Me saqué la camisa y el hizo lo mismo, besé su suave pecho, él mordisqueo mi cuello, Me recosté en una reposera, él se tiró encima mío, enlacé su cuello con mis brazos, él rodeo mi cintura con los suyos .Abrí mis piernas, él introdujo las suyas oprimiendo con toda su fuerza, cerré las mías y lo aprisioné .Liberé mis manos y la emprendí con su cinturón alcancé a rozar su excitación. Gustavo se paró, se sacó los pantalones, quedó desnudo y en la semipenumbra alcancé a divisar la pija que durante estos meses había atisbado a través de su zunga. Imitándome pero excitado me sacó los pantalones y volvió a tirarse encima mío, Abrí mis piernas que abrazaron su cintura .Su pene que aun no había tocado rozó mis testículos, refregándome el culo. Sentí dos poderosas masas acariciándome, sus velludas piernas, la búsqueda incesante de su pija por un agujero donde meterse .Mientra lo seguía besando, pensé que era cierto lo de la primera vez, no por torpe sino por lo buscador. Me separé lo recliné sobre la reposera tomé su pija, increíble, gorda y mojada y la introduje en mi boca.
-Esto si es la primera, primera vez -. Suspiro mientras me la entregaba.
Dispuesto a hacer la mejor mamada de mi vida me apoderé de su pene mientas pensaba –Te la voy a chupar para que nunca te olvides de mi-.Metí la lengua entre la piel del prepucio acariciando su cabeza con mis labios al mismo tiempo que mamaba , succionaba y tragaba entero el pedazo que tenia en la boca hasta su comienzo , luego comenzaba de nuevo con la cabeza enganchando la piel entre mis labios y tironeando suavemente .Gustavo acostado me dejaba hacer , testigo anhelante del apoderamiento de su pene solo atinaba a acariciarme los hombros . Suavemente tomé sus manos las llevé a mi cabeza en un movimiento que hacia presión, entendió y me cogió la boca mientras gemía.
-Es mi primera vez, si, si-
Volví a recostarme, su pija resbaladiza de su propia humedad y de mi saliva quedó en mis manos la tomé y Gustavo se levantó con sus brazos sin despegarse de mí.
Enlacé su cintura con las piernas, con las manos guíe su pija hacia mi agujero, empecé a introducirla mientras me miraba, sin ver .Empujé el trozo al tiempo que buscaba la mayor dilatación ¡era muy gorda! Cuando la tuve todo adentro comenzó a moverse mientras yo hacía lo más para recibirlo,el resalto habitual me excitó, murmuré su nombre varias veces mientras él respondía :
-¡¡Qué, qué!!-. Inclinando su cuerpo para besarme la boca.
Gustavo aceleró el ritmo de sus movimientos, su respiración se agitó, me levantó y me estrechó contra su pecho, mientras pedía:
-Quieto, no te muevas, te acabo adentro-.Lo hizo entre gemidos, mordiscos a mi boca y temblor de sus piernas .Al separarse, se colocó a mi lado, preguntándome:
-¿Eyaculaste?-.Negué con la cabeza, al darse cuenta estiró su mano que envolvió mi pija al tiempo que murmuraba:
-Te pajeó, sino te quedás mal-.Sus ojos preocupados rodearon mi cara, yo me sentía feliz hacia mucho que no sentía tan fuertemente el placer que significa la excitación de otro. Agitó mi pene, volví a pronunciar su nombre, mientras sus manos se mojaban con mi semen.
Permanecimos muy juntos mi cabeza había encontrado su espacio en un hueco de su hombro, mientras Gustavo abrazaba mi cintura.
El tiempo transcurrió sin darnos cuenta y prácticamente sin hablar .Miró su reloj y exclamó.
-En dos horas suena el despertador, vuelvo a casa con mi mujer ¿qué vas a hacer?-.
-Me quedo un rato y vuelvo a casa caminado-.Lo observé mientras se vestía apresuradamente.
-¿Cuándo te veo?-.Preguntó
-Ya es sábado, las Olimpiadas han terminado, yo recién vuelvo a nadar el lunes-.
Contesté casi informativamente .Contra esta mujer no podía pelear .Un rápido beso fue la despedida .Al quedarme solo y desnudo me tire al agua, quise evocar a Esther Williams, no pude, parecía muy lejana, el reloj había marcado su tiempo, no lo podía detener. Nadé crawl.
Reloj no marques las horas
Porque voy a enloquecer
Ella se irá para siempre
Cuando amanezca otra vez
Nomás nos queda esta noche
Para vivir nuestro amor
Y tu tic-tac me recuerda
Mi irremediable dolor
Reloj detén tu camino
Porque mi vida se apaga
Ella es la estrella
Que alumbra mi ser
Yo sin su amor no soy nada
Detén el tiempo en tus manos
Haz esta noche perpetua
Para que nunca se vaya de mí
Para que nunca amanezca
José
¿Quieres ser colaborador de la página?
Si escribes relatos eróticos de temática gay y te interesa publicitar tu blog o simplemente publicar algo tuyo en esta página, envíanos tu relato a esta dirección: relatogay@gmail.com
Ir a la lista de Relatos