Drácula, III



Título: Drácula, III

Autor: José


Desde las ventanas de mi palacio en Roma, divisé la inconfundible belleza de Giovanni que atravesaba las barrosas y atestadas calles.

Lo miré con ternura. Desde hace pocos meses, en posesión de la fortuna y rango de mi padre, muerto en la guerra con los franceses, nos trasladamos desde la Toscana hacia la gran ciudad. Giovanni era la única familia que me quedaba .Mi madre descendiente de la familia real de Rumania, murió cuando nací. Fui amamantado y cuidado por la madre de Giovanni mi hermano de leche .Cuando ella murió, mi padre soldado y campeón de los Medici nos dejó al cuidado de la servidumbre, continuando su vida militar hasta morir.
A poco de llegar a Roma fui llamado por el Papa Clemente VII quien en honor a mi familia y siendo un Medici agradecido, me recibió en su recamara privada. Su Santidad me interrogó sobre mi futuro y al responderle que deseaba ser un artista, no ocultó su sorpresa al suponer mi destino como soldado .El Papa pensando en un capricho juvenil me aconsejó que aprendiera con un buen maestro y me sugirió que tomara lecciones con alguien experimentado, aconsejándome a Miguel Ángel el pintor que estaba retocando la Capilla Sixtina y a quien comunicaría mi deseo, me advirtió que era algo viejo pero aun fuerte.

Esta tarde visitaría al señor Buonarroti. Como desconocía quien era consideré prudente informarme y seguramente Giovanni a quien envíe, debía traerme noticias.

Las puertas de la habitación dieron paso a la familiar figura.

-Signore, traigo buenas noticias y otras dudosas-.
-Cierra las puertas-.Dije con fastidio. Desde que vivíamos en Roma implementaba el molesto uso del signore olvidando, los veinte años de convivencia, las noches compartidas y el juntarnos el fin de semana con sus amigos de la campiña Toscana.
-Ven aquí ingrato, ya no te gusto, dame un beso-.
-Tommaso, en público no es de tu conveniencia que nos vean tan íntimos, yo solo soy tu siervo-.
-¿De que público me hablas? , estamos solos-.Tome entre mis manos su bellísimo rostro al momento que apretaba mi cuerpo junto al suyo.
-Bésame-. Supliqué.

Inclinado sobre mí, sus labios no se hicieron esperar su respiración con olor a pasto y hierbas de la Toscana me deleitó, frotó su cuerpo lentamente de derecha a izquierda y en cada movimiento engrosaba la prominencia de su vientre. Besé el comienzo de su cuello tironeando de su camisa abierta en búsqueda de sus adorados pelos.

-Me vas a romper la camisa-. Exclamó mientras introducía su lengua en mi oreja.
-Ahora podemos comprar cien -. Mientras con las manos rasgaba impaciente la que llevaba puesta y comenzaba a lamer su pecho .Giovanni introdujo sus brazos en mi bata dejándome desnudo. Tomó mi encabritado miembro entre sus manos y comenzó a agitarlo con violencia. Suspiré, mis manos rodearon sus calzones dejando al descubierto sus musculosas piernas y en el medio su pene que comencé a masturbar con pasión. La noche anterior habíamos hecho el amor, pero entre él y yo, con mirarnos el deseo irrefrenable, surgía.
-Tommaso, eres increíble-.Alcanzó a murmurar, mientras otro beso cortaba sus palabras.
-Sigue, sigue por favor, no te detengas-.Apuré mientra lo empujaba a la desordenada cama en donde caímos abrazados .Reímos mientras nuestros cuerpos entrelazaban piernas y brazos en un nudo que nuestra propia intensidad desató .El arrodillado, yo acostado con las manos en su enorme pedazo que dirigí a mi cara , mientras lo sentía vibrar el semen inundó mi rostro.

Inclinado sus labios besaron mi húmeda y pegajosa boca, mientras yo retorcido eyaculaba entré sus apretadas piernas .Nos quedamos muy juntos .La voz de Giovanni interrumpió.

-No necesitamos a nadie mas-.En obvia referencia a los fines de semana en Toscana donde le pedía que trajera a sus amigos campesinos, que terminaban desnudos y eyaculando en mi cuerpo.
-Es cierto, pero tú sabes bien que cuanto más muchachos pasen sobre mi mas te valoro y me gustas-.Acaricié su pecho enredando entre mis dedos los pelos que tanto deseba.
-Yo siento celos -. Exclamó sencillamente.
-¿Cómo es posible que sientas celos? No hay nadie más hermoso que tú .Respondí tomando entre las yemas sus duros pezones.
-Un día llegará y no seré hermoso, no te gustaré, seré viejo-.Replicó hundiendo su cabeza en el codo de mi brazo .Sus palabras me alertaron y dejando la discusión para otro momento, pregunté:
-¿Qué noticias traes? ¿Qué te han dicho del pintor?-.
Giovanni se incorporó y mientras se vestía contestó:
-Las buenas noticias consisten en que Miguel Ángel es el mejor pintor y escultor de Italia, su obra es muy grande, ahora esta terminando detalles de la Capilla Sixtina que pintó hace años. Acepta como discípulos hombres hermosos a los que entrega todo su amor .Varios jóvenes romanos aspiran a ese honor. El problema es que tiene sesenta años o más-.
-¿Y?-.Lo miré interrogándolo.
-Tommaso, tu tienes veinte-.
-¿Y?-.Volví a repetir sonriendo-.
-Tommaso, es un viejo ¿vas a ir a la cama con alguien que te lleva cuarenta años?-.
-¿No vas muy rápido? Por ahora solo quiero que me enseñe pintura, después veré, es un problema a resolver-.Seguí sonriendo.
-Como usted diga signore-.Respondió inclinando la cabeza .Sabía que este tipo de respuesta me irritaba.
-Grandísimo tonto, ven aquí-.Estiré mis brazos, que Giovanni esquivó, haciéndose a un lado.
-Signore, falta poco para la visita que usted debe hacer a Miguel Ángel-.
Desistí cuando se ponía así era muy testarudo .Empecé a reunir los bocetos hechos en la Toscana.

Giovanni en silencio comenzó a separar mi ropa .Los dos teníamos el mismo problema desde chicos nos ayudábamos a vestir ya que los espejos reflejaban borrosamente nuestras imágenes .Desconocíamos el motivo.

-¿Soñaste algo anoche?-.Pregunta que nos hacíamos todas las mañanas.
-Si signore, lo de siempre, los dos estábamos desnudos yo estiraba mis brazos y no lo podía alcanzar-.Respondió .Fruncí el ceño .Desde pequeños los sueños que teníamos eran similares, pero distintos.
-Mira yo soñé con un castillo en un lugar sombrío, pero al revés que tú yo era un rey tu estabas ahí a mi lado y me sentía muy feliz en poder abrazarte y besarte-.Comenté.

No respondió por lo que decidí no continuar con un tema que siempre ocupaba largas horas de charlas ¿Qué sentido tendrían nuestros sueños?
Horas más tarde entré a la mansión y taller del pintor. Nos recibió un criado.

-¿A quien debo anunciar-. Preguntó.
-A Tommaso d´Cavaliere, el Papa arregló esta visita-.Dije mientras alisaba mi manto.
-El signore Miguel Ángel Buonarroti lo recibirá inmediatamente-. Respondió el criado luego de una breve ausencia.

Entré a un salón lleno de jóvenes parecidos a mí. En el centro un hombre robusto con una larga barba negra con algunos pelos blancos pintaba un lienzo a una velocidad llamativa. Reinaba el silencio y decidí esperar.

-El Papa me comunicó que deseáis ser mi alumno-.Interrogó sin mirarme.
-Si, maestro-.No supe de que otra forma dirigirme.
-¿Tenéis alguna experiencia?-Continuó.
-He traído algunos bocetos-. Alargué mi rollo de dibujos .Miguel Ángel absorto en su trabajo extendió su mano, desenrolló y miró mis dibujos, rápidamente y dirigiéndose a quienes lo rodeaban, agregó.
-Bastante toscos e infantiles ¿no creen?-.Mientras continuaba llenando de colores el lienzo que tenia enfrente .Me sentí muy incomodo, nadie dijo nada.

Miguel Ángel giró su cabeza y sus ojos indiferentes recorrieron mi cuerpo, me sentí examinado y agaché la cabeza, la voz del pintor sonó, con un tono distinto.

-Muchacho, eres hermoso-.Nos miramos y los ojos que pensaba fríos me trasmitieron una sensación inesperada .Brillaban.
-Desnúdate-. Ordenó.

Obedecí y mientras me quitaba la ropa investigué el rostro del maestro que no perdía ningún movimiento. Lo mire de frente y reparé que su respiración aumentaba.

-Ahora quiero verte de atrás-.Con voz agitada.

Giré y me dejé inspeccionar.

-Vístete-.Volvio a odenar.

Lo hice lentamente .Escudriñé su cara que había vuelto a la indiferencia, habló.

-Acaban de ver a Adán-.Dirigiéndose a sus discípulos .Continuó hablándome a mí.
-Mañana, cuando salga el sol, te espero en la capilla de Sixto, serás mi modelo y comenzaras tu aprendizaje como pintor .Lo primero será verme pintar a mí, ahora puedes quedarte o irte -.
-.Si maestro-. Alcancé a articular, decidí irme, el día había sido algo intenso.

Al día siguiente llegué puntualmente a la Capilla, me estaba esperando, nuevamente la orden de desnudarme .Me entregó un manto y subimos a los andamios .Me acostó sobre la tela completamente desnudo, me pidió que extendiera mi brazo izquierdo, levantó un lienzo que escondía una figura y comenzó a pintar.

-Hace años no pude terminar a mi satisfacción, no tenia un buen modelo espero que tu lo seas-.Agregó.

Los días subsiguientes fue muy poco lo que habló y nada lo que me respondió. Trabajaba hasta el mediodía, hora que interrumpía y me liberaba hasta la mañana siguiente.
Luego de una semana de agotadora inmovilidad Miguel Ángel se dirigió a mí:

-¿Quieres verlo?, creo que esta listo-.

Me incorporé, me coloqué a su lado.



-¿Te gusta? Esta parte de los frescos se llamara “La Creación de Adán”-.
Me quedé mudo, el parecido era asombroso, mi cuerpo desarrollado en los ejercicios de la Toscana no solo era exacto, además era prodigiosamente fuerte, inmortal y trascendente.

Solo había un detalle que callé…

Miguel Ángel sonreía por primera vez, sentado en un andamio, apoyando la cabeza sobre una madera contemplaba su obra. Me arrodillé a su lado.

-Maestro, ¿como agradecerle? es majestuoso-. Alcancé a decir.
-Gracias a ti seré inmortal, gracias a mi serás inmortal-.Levantó su mano y comenzó a acariciarme los cabellos.

Me acurruqué en su pecho mientras sus manos manchadas de pintura se metían en mi pelo. Me fui deslizando hasta reposar en su regazo .Era tan agradable que sentí calor entre mis piernas , algo empezaba a crecer .Me acomodé y mi respiración calida por la proximidad de su cuerpo comenzó a profundizarse, la tela desprendía un suave olor a pintura y a hombre .Seguí respirando , mucho no sabia que pasaría .Las manos de Miguel Ángel empujaron mi cabeza hacia el centro y sentí que mi mejilla se acomodaba en el bulto que surgía de su ropa .Este crecía y la presión de sus manos también .Mis labios lo besaron mientras sentía en mi desnudo cuerpo las exigentes caricias de sus manos. Con mis dedos comencé a bajar sus calzones , pronto las manos de Miguel Ángel vinieron en mi ayuda .Bajamos los bordes y un robusto pene quedó a merced de mi boca. Lo besé, lo chupé y mordí suavemente la piel que lo rodeaba.

-Incorpórate-.Pidió.

Lo hice, mientras él se desnudaba .Se recostó sobre el andamio con su trémulo y duro pedazo al aire.

-Dime Tommaso ¿te han hecho el amor por el culo?-.
-Si maestro-.Respondí-.

Colocó su rostro detrás de mí y comenzó a besarme, su lengua rodeó mí agujero y pidió:

-Siéntate encima, si te duele te detienes-.

Lo hice al mismo tiempo que comencé a mover el cuerpo para que Miguel Ángel metiera y sacara su miembro-.

Sus gemidos y los míos rebotaron en el maravilloso techo de la Capilla Sixtina .Pronto había penetrado por completo mi culo. Seguí moviéndome, mientras sentía su respiración en mi espalda .El placer se irradiaba por todo mi abdomen y un hermoso cosquilleo acompañaba los movimientos en mi agujero .El pecho de Miguel Ángel presionaba mi espalda mientras sus manos agarraron mi pene con lo que mi placer aumentó.

-¿Te gusta?-.Preguntó jadeando.
-Mucho, ya estoy muy humedecido, pronto eyacularé-. Respondí apuradamente.
Sus manos agitaron mi carne en tanto que yo acelere mis movimientos, su boca lamió mi cuello mientras decía.
-Ahí va, ahí va-.

Sentí la humedad de mi culo que de pronto se mojó .Agitó mi pene que respondió con el salto de chorros de semen que terminaron en sus piernas.
Los brazos de Miguel Ángel ciñeron mi cintura apretadamente, yo suspire tratando de girar mi cabeza al sentir su espesa barba sobre mi espalda, sus labios mordieron mi cuello .Me levanté sacando su pene de mi culo mojado y eche mis brazos a su cuello mientras pedía:

-Bésame maestro, muérdeme, dame tu lengua-.

Fundidos en un beso con labios, lengua, dientes y pelos de su barba, sus manos acariciaron mi cuerpo mientras las mías acariciaban sus dedos acompañando sus movimientos.

Sucedió lo que tantas veces antes, luego de sentir el semen dentro, una vitalidad asombrosa surgía en mi .Pensé en Giovanni, nunca había podido explicarle bien mis sensaciones que motivaron en lo mas reciente mi necesidad de ser penetrado o chupar los penes de sus amigos campesinos, no porque no lo prefiriera a el, sino porque me sentía fuerte y vivo, por otra parte sospechaba que lo mismo sucedía con él.
Miguel Ángel me acariciaba con ternura. Alcancé recién a darme cuenta que estábamos en los andamios a buena distancia del suelo.

-Tommaso, hermoso muchacho, has observado con atención mientras yo pintaba .Desde mañana empezamos nuestras clases y veremos que aprendiste en estos días-.Aseveró besando mi cara.

Pasó el tiempo, Miguel Ángel se mostró como un generoso maestro, tierno pero exigente cariñoso pero implacable en sus críticas modificó mi estilo de pintura, tosca e infantil como el la había definido, en un quehacer bello y atrapante .Solo se ocupó de mi y abandonó sus discípulos. Pronto fuimos recibidos por el Papa que parecía mirar con simpatía nuestra relación. Las puertas de la aristocracia romana comenzaron a abrirse para mí en invitaciones y luego en encargos que me halagaron.

Algunos años después me relató el mito de Ganímedes.
“Zeus harto de las mujeres rapta a un hermoso pastor para su propio placer y lo luego lo transforma en su amante favorito”.

Miguel Ángel, que era casado, me propuso nuevamente ser su modelo a lo que accedí. Terminado el cuadro me sorprendió regalándomelo junto con una estrofa de los sonetos que dedicados a mí, me enviaba por un mensajero:

”Si solo amo de ti,
señor querido,
lo que de ti más amas,
no te enojes”
Emocionado recibí el presente:



Zeus disfrazado de águila rapta a Ganímedes; una relación muy estrecha entre el y yo.
Pudo más mi curiosidad y pregunté lo que me había intrigado cuando posé para el Adán:

-Maestro es muy bello pero ¿Por qué me pintas el pene tan chico o es así como lo tengo?
-Querido muchacho es el siglo XVI, estamos en Roma, debemos agradecer que nos dejen pintar desnudos, no descarto que algún día arremeterán contra mi obra-.

Siguió pasando el tiempo y estas palabras fueron proféticas en 1559 el nuevo Papa, Pablo IV mandó pintar y tapar las partes que consideraba ofensivas de los desnudos. Roma en secreto denominó a este Papa “il Braghettone” y así lo conoció la historia. Miguel Ángel murió tiempo después, yo estuve a su lado.

En esos años mis sueños y los de Giovanni comenzaron a tener sentido, tuvimos que viajar a Rumania donde empezamos a entender nuestra historia .Mi familia había reinado en Valaquia y alguien muy parecido a mi fue su rey, alguien muy parecido a Giovanni fue su amante y consejero .Ambos solicitaron un embrujo a una hechicera turca y lo consiguieron. Quizás la nieta de la hechicera estaba viva, viajamos a Constantinopla en su búsqueda y la encontramos.

-Tú fuiste Vlad III el rey y perteneces a la casa de Drácula el dragón, y tú fuiste soldado y amante. Mi abuela os concedió la vida eterna por cincuenta años cada siglo-.Nos informo la bruja. Agregando:
-El precio que pagáis es la prohibición de enamoraros entre si y con los demás hombres, seréis bellos eternamente- La hermosa hechicera calló .Entonces protesté:
-Nos quedarían muy pocos años, casi nada, no es justo, llegamos a Roma a los veinte –La bruja endureció su cara.
-Estas regateando, lo que esta escrito, es-. La voz empezó a ser familiar.
-Claro que estoy regateando, tu no eres nieta de nadie tu eres la bruja misma-.Clamé en voz alta.
-Es cierto pero es muy poco lo que puedo hacer-.
-Solo te pedimos un descuento de veinte años, lo demás que se cumpla-.
-Sea, les otorgo estos veinte años, pero de acá en mas despertareis con esa edad en los siglos venideros , no necesitareis de mujer madre ,pero la necesidad de semen será mas imperiosa, vuestra imagen desaparecerá para siempre de los espejos y cumplido el tiempo dormiréis en ataúdes en los sótanos del castillo de Transilvania.No me busquéis mas-.

Giovanni callado hasta ese momento exclamó:

-¿No podremos querernos?-.
-Ahjjjj-. Dijo la hechicera y se esfumó.

Giovanni arrodillado , tenía una cara atormentada.

-Levántate, sabemos que estaremos juntos toda la eternidad y le ganamos vente años-.

Giovanni no contestó. Lo conocía, su mente práctica no encontraba salida.
Yo no quería salida alguna.

Regresamos, el último año decidimos pasarlo en Sicilia, había comprado una casa en Palermo.

De noche bajo la hermosa luna Mediterránea salíamos a caminar por la playa.

La luna esta ardiendo en el cielo
Y yo estoy ardiendo de amor
El fuego que es consumido
Como mi corazón

Mi alma llora
Dolorosamente

No estoy en paz
Que noche tan terrible

El tiempo pasa
Pero no hay amanecer
No hay sol
Si no regresa

Mi tierra esta ardiendo
Y mi corazón esta ardiendo
Lo que ansia por agua
Yo ansío por amor

A quién cantaré
Mi canción

Si no hay nadie
Que se muestre
En el balcón

La luna esta ardiendo en el cielo
Y yo estoy ardiendo de amor
El fuego que es consumido
Como mi corazón




En Transilvania, casi no hay noches de luna.


José





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